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Poco antes del comienzo del verano, fue presentado el “Informe sobre el Estado Global de las Energías Renovables 2022” elaborado por REN21, el documento sobre renovables más importante a nivel mundial que examina cada año el avance de la transición energética. Este señalaba a España como el octavo país del mundo en capacidad total de energía renovable y líder en solar fotovoltaica y eólica, ocupando el segundo lugar en Europa en capacidad eólica total (28,2 GW), después de Alemania.
Tanto es así, que la generación fotovoltaica ha vuelto a batir sus propios récords en España durante el presente año, alcanzando una producción de 20.441 GWh a mitad de septiembre, lo que supone un 50% más respecto a las mismas fechas en el año anterior.
Continuando con la tendencia al alza, se prevé que su producción siga aumentando mes a mes y a final de año se sitúe como la tercera tecnología en potencia instalada, superando la de la energía hidráulica con 17.024 MW.
Sin duda, la energía fotovoltaica es una de las grandes protagonistas de la transición energética en España, donde las condiciones climatológicas son óptimas para su generación, y resulta ser una de las tecnologías más rentables. Además, el crecimiento exponencial del autoconsumo fotovoltaico se ha visto favorecido por los planes de sostenibilidad europeos, y los fondos destinados a la inversión de instalaciones fotovoltaicas como los fondos Next Generation, que ha permitido a miles de familias reducir su huella de carbono, reduciendo significativamente los plazos de amortización de su inversión.
Sin ir más lejos, desde MIWenergía, como comercializadora de energía e instaladora de proyectos de autoconsumo fotovoltaico, hemos incrementado los proyectos fotovoltaicos llevados a cabo durante este año, superando en un 220% con respecto al año anterior la potencia total instalada en industria y residencial.
Aunque todavía falta para alcanzar el objetivo de ser climáticamente neutro, y aún dependemos del gas y combustibles fósiles para la generación de energía del país (30%), estos datos muestran una mejora tangible en el mix de producción del país que nos hace tener esperanzar en superar los retos de la transición energética.
